La idea de darle la vuelta al mundo suena a una novela de aventuras.
Más específicamente a una novela de Julio Verne quien visualizó a Phileas Fogg lográndolo en ochenta días tras haber hecho una apuesta en un club de caballeros. Acompañado de su criado Pastepartout realizó la proeza de dar la vuelta al globo a través de la siguiente ruta: Londres-Suez-Bombay-Calcuta-Hong Kong-Yokohama-San Francisco- Nueva York- Londres del 6 de noviembre al 22 de diciembre de 1872, periodo durante el cual fueron publicadas las entregas de la novela.
La novela de Verne inspiraría a Elizabeth Cochrane Seaman a intentar vencer la marca del ficticio Phileas Fogg. Cosa que la periodista, quien escribía bajo el nombre de Nellie Bly logró en 1888, después de 72 días de viaje. Por cierto, su ruta, incluyó una visita al norte de Francia para reunirse con Julio Verne y su esposa en su casa en Amiens. Los detalles de esta entrevista y el resto de su travesía quedaron registrados en su libro “La vuelta al mundo en 72 días”
Durante dicho encuentro Bly le preguntó al escritor de dónde había sacado la idea para su novela. A lo que él respondió:
La obtuve del periódico. Tomé una copia de Le Siécle una mañana y encontré en él una discusión y algunos cálculos mostrando que la vuelta al mundo podía ser hecha en ochenta días. La idea me gustaba, pero cuando lo pensé con más detenimiento me di cuenta de que no habían considerado la diferencia de meridianos en sus cálculos y pensé que un desenlace así podría ser parte de una novela. Así que me puse a escribir una”.
De acuerdo con el testimonio de Bly, Verne le preguntó por su ruta. A lo que ella respondió que iba de Nueva York a Londres, luego a Calais (en el norte de Francia), Bríndisi (sur de Italia), Puerto Saíd (al nordeste de Egipto), Ismailía (Egipto), Suez, Adén (Yemen), Colombo (Sri Lanka), Penang (Malasia), Singapur (China), Hong Kong (China), Yokohama (Japón), San Francisco y Nueva York. El escritor francés le preguntó porqué no iría a Bombay como Phileas Fogg, Bly expresó su vehemente deseo de ganar tiempo.
En su libro, Nellie Bly cuenta cómo la idea de circunnavegar el globo, se le ocurrió un domingo cuando pensaba en un tema para un artículo del periódico. También narra la resistencia de su editor cuando le presentó su idea.
<<Es imposible que lo hagas>>, fue el terrible veredicto.<<En primer lugar eres una mujer y necesitarías un protector, aunque fuera posible que viajaras sola, necesitarías llevar tanto equipaje que te impediría hacer cambios rápidos. Además sólo hablas inglés. Así que ni hablar, sólo un hombre puede hacerlo.>>»
A lo que ella contestó que en ese caso saldría el mismo día que el hombre, escribiendo para otro periódico y lo vencería. Un año después de esa conversación, Nellie Bly fue comisionada por el New York World para darle la vuelta al mundo. Sólo tuvo dos días para prepararse y lo primero que hizo fue acudir con un sastre para encargarle un vestido de tela muy resistente que pudiera ser usado durante tres meses. Luego procedió a poner el resto de las pertenencias que la acompañarían en un maletín de mano.
Personalmente yo hice un viaje alrededor del mundo en 2014 de lo cual he escrito con anterioridad. A diferencia de Phileas Fogg y Nellie Blye, que cubrieron la mayor parte de su ruta viajando en barco y tren yo lo hice en avión y no pretendía ganar ninguna apuesta ni romper ningún récord. De mis motivaciones ya también les he escrito en este blog. La cuestión es que actualmente cualquiera puede comprar un boleto comercial diseñado para ir a diferentes destinos en una ruta alrededor del mundo.
Hay cosas que siguen siendo un tema, como el que las mujeres viajemos solas. Para hablar de ello requeriríamos otro(s) post(s), pero durante mi viaje pude encontrarme con muchas mujeres que como yo, tenían ganas de ver el mundo, unas pocas viajaban solas. Otro tema recurrente entre viajeros es el equipaje y sí, lo mejor es viajar lo más ligero posible, sobretodo cuando consideras que vas a tener que cargar el bulto. Sin embargo, ya no es necesario que te pongas el mismo vestido por tres meses.
Aunque definitivamente el mundo ha cambiado mucho desde que Verne y Bly escribieron sus libros. Por ejemplo, si una periodista como Bly viviera en estos tiempos probablemente tendría un blog y fans que esperarían sus tuits en tiempo real alrededor del mundo, acompañados de imágenes, videos y ubicaciones de hoteles, restaurantes, bares y demás sitios de interés.
Por otro lado, muchos destinos en la ruta de Verne eran protectorados británicos (y ya no lo son más), lo cual fue a propósito pues facilitaba el tránsito de los viajeros. Pese a todos los cambios en la geopolítica mundial y nuestra manera de viajar, dar la vuelta al mundo sigue sonando como toda una aventura y lo es. Yo lo hice a través de la siguiente ruta Ciudad de México- Londres- Atenas-Roma-Paris- Barcelona- Cairo- Tel Aviv (con escala en Amán)- Berlín- Dehli- Katmandu- Tokyo (con una escala en Kuala Lumpur)- Lima-Cuzco-Lima- Ciudad de México. En Egipto, Israel, la India y Japón me desplacé a diferentes lugares en tren y autobús.
Estoy contentísima de haberlo hecho y confieso que a casi un año de haber regresado a la ciudad de México todavía hago itinerarios en mi cabeza y desde que volví mucha gente me ha preguntado sobre los boletos para dar la vuelta al mundo, así que pronto les escribiré más detalles al respecto. Hasta entonces quiero agradecerles por leerme y por compartirlo. He visto con sorpresa y agrado como es que hay otras mujeres que soñaban con viajar y se han animado a hacer sus sueños realidad traer leer mis motivos. Mi alegría viene de saber que hay personas yendo al encuentro del otro, de lo diferente, de la sorpresa, del cambio, yendo hacia el misterio de la vida. Pues es en el misterio y la aventura donde yo me he sentido más viva y más libre.
Felices viajes y hasta la próxima.
