Fui a mi primer slam de poesía a finales de noviembre del 2008. Recuerdo que era viernes y unos días antes mi amigo Javier Raya, me había invitado a verlo leer poesía en el Claustro de Sor Juana. Después me llamó para preguntarme si yo también quería leer poesía . Frente a mi desconcierto y resistencia, me explicó que no se trataba de nada académico ni ortodoxo, sino de gente leyendo poesía durante máximo tres minutos, utilizando únicamente su cuerpo y su voz, sin disfraces ni instrumentos musicales. Luego, me dijo que todo esto era “calificado” (lo entrecomillo porque en […]