En tiempos en los que los blogs de alto volumen optan por disparar ráfagas de notas escritas por fantasmas que teclean de 9 a 6 para generar lo que la línea de producción exige y subsistir a su vez dentro de la precaria economía que las desigualdades alimentan, pienso que es un alivio tener algo como la sección “Autorreferente” de este blog.

 

Hace unos días comentaba con un amigo que este tipo de espacios permiten a los escritores, redactores y seres humanos en general ser ellos mismos y dárselo al mundo. ¿Muy jipi? Quizá pero ¿acaso no tiene más sentido hacer algo que realmente deseamos aunque parezca que sólo nos importa a nosotros simplemente porque es capaz de estremecernos y hacernos sentir vivos? ¿Acaso no es lo que todos queremos? ¿Vivir de verdad antes de apagarnos como las estrellas de cuyo polvo nacimos?

Algunos quizá habrán notado que hemos hecho una pausa en las colaboraciones de diosaloca.mx. Francamente estoy muy orgullosa de lo que logró el equipo con columnas como “Afterpunk” una distopía de ideas varias a cargo de Edgar Khonde y “Aguamala” o la apasionada voz de una Medusa posmoderna de la pluma de Jessica Asai, o la sección de “Resonancia” en la que músicos y productores expresaron su sentir con respecto a su oficio como un testimonio en primera persona de cómo han llegado a ser lo que podemos apreciar en discos y escenarios. Así como entrevistas que reunieron un crisol de personas y vidas cuando se hicieron presentes algunos malabaristas de las palabras: un rapero, un conserje editorial y un poeta que intenta vivir de ello, así como dos excelentes pianistas y un productor de radio.

Por otro lado, Javier Moro nos contó las peripecias que implica ser gestor cultural y Aurelio Meza nos regaló un testimonio de lo que es vivir en un departamento compartido de Montreal donde la gente no sé queda más de dos meses. Por mi parte les confesé cómo cumplí 30 años, me cumplí una promesa y le di la vuelta al mundo, el placer de leer algunos libros, historias sobre la pasión por el cannabis de Louis Armstrong y los últimos días en la tierra de Bill Evans.  Además no faltaron los poemas ni las traducciones.

La primera temporada colaborativa de diosaloca.mx, un proyecto en el que ostento el título de fundadora y ejerzo el cargo de jefa editorial, me permitió apreciar lo que hemos hecho con espontaneidad hasta ahora y lo que queremos que diosaloca.mx sea cuando nos ponemos a soñar.

Queremos ser voces que se pertenecen, que son por ser, sin compromisos, que buscan ampliar su visión a través de la exploración de la consciencia, a través de la imaginación, la reflexión, los viajes, el arte y la experiencia cotidiana. No tenemos horarios, hacemos todo sobre la marcha, momento a momento, pero con una intención clara: nuestro deseo es seguir, hacer presencia, cambiar, morir y renacer, cíclicamente, sin prisa y sin miedo.

Durante todo este tiempo he mantenido una sección con algo de material sobre mi trabajo  en el ámbito de la poesía en voz alta. Próximamente después de un largo tiempo desarrollando proyectos en otros frentes presentaré un breve set en el intermedio del Slam de Colectivo POM que se llevará a cabo en el Centro Aliac el próximo 25 de Junio. Les dejo el flyer por aquí. Sepan que están invitados y pronto habrá más noticias al respecto.

Exactamente la misma nota
no será.
No podré repetir
me.
Por no poder
mentir
me.

Gracias por leer(me) y hasta la próxima.